El seno de su familia marca a Mercedes Sosa para toda la vida.
Hija de zafrero y lavandera, de familia muy humilde, de la provincia más chica de la Argentina. Ese duro entorno desde su inicio la forja para lo que sería en el futuro.
Esa familia era el amor a pesar de las carencias materiales. Sus padres trabajaban el día entero y a veces alejándose de la familia. Pero esa familia lo pudo todo, incluso el haberle dado el sentido de pertenencia de clase.
Esto le permitió asumir el compromiso con sus ideales, sueños y esperanzas. Hizo suya la palabra olvidada de los pueblos originarios, de las mujeres, de los trabajadores y de los niños. Con su canto logró un grito colectivo de verdad, justicia, libertad y dignidad.
Su canto también la llevó a recorrer infinidades de ciudades en el mundo y ser premiada por gobiernos y organismos internacionales, ya no tan sólo por su arte; sino que también por su inquebrantable compromiso con los derechos humanos.
Su voz permitió que todo un mundo conociera a los creadores de Latinoamérica, logrando el amor y reconocimiento de sus pares, y el agradecimiento de su público a lo largo de varias generaciones.
Desde la partida de Mercedes Sosa, se han originado homenajes de reconocimiento y agradecimiento en todo el mundo. Parques, plazas y bosques. Calles, escenarios y festivales. Bibliotecas, Escuelas, Centros de salud y Centros culturales de todo el mundo llevan su nombre.
El principio
HAYDÉE MERCEDES SOSA nació en San Miguel de Tucumán el 9 de julio de 1935, en un hogar humilde. De esos años viene su apego por las expresiones artísticas populares. Recién salida de la adolescencia, le gustaba bailar y enseñaba danzas folklóricas. También cantaba.
En octubre de 1950, quinceañera, empujada por el entusiasmo de un grupo de amigas inseparables, se animó a participar en un certamen radial organizado por LV12 de Tucumán. Oculta tras el seudónimo de Gladys Osorio, su incipiente calidad como cantante la hizo triunfar en un concurso cuyo premio era un contrato por dos meses de actuación en la emisora. Fue el principio…
El nuevo cancionero
Una década después, cuando se produjo una suerte de estallido en torno de la música folklórica, meramente consumista, el nombre de Mercedes Sosa ya estaba comprometido con el canto popular como integrante del Movimiento del Nuevo Cancionero, una corriente renovadora del folklore, surgida en la provincia de Mendoza, que proponía dejar de lado las modas pasajeras, para poner el acento en la vida cotidiana del hombre argentino, con sus alegrías y tristezas.
Entre los artistas fundadores y promotores de este movimiento estaban Armando Tejada Gómez, Manuel Oscar Matus y Tito Francia.
Sus aptitudes artísticas y personales sorprendían a un público acostumbrado a otra cosa. Junto con su marido Manuel Oscar Matus, hicieron conciertos en la Universidad. Otros escenarios los empiezan a recibir alentadoramente. Matus editó en un sello independiente el primer disco de Mercedes Sosa: «Canciones con fundamento».
Por esa opción, la cantante tuvo que trajinar varios años antes de conseguir un reconocimiento como el que obtuvo en el Festival Nacional de Folklore de Cosquín, en 1965, cuando gracias a la generosidad del cantor Jorge Cafrune, el país entero pudo conocer a esta maravillosa cantante argentina y fue la ocasión que marcó el nacimiento de la gran artista popular que siempre mereció ser. Después, fueron sus innegables condiciones las que le permitieron convertirse en la gran figura que hoy aplaude todo el mundo.
También en 1965 intervino en la grabación de «Romance de la muerte de Juan Lavalle», de Ernesto Sábato y Eduardo Falú, cantando «Palomita del valle».
En marzo de 1966, se conoció «Yo no canto por cantar»,, con una docena de canciones hoy antológicas, entre las que estaban «Canción del derrumbe indio», «Canción para mi América», «Chayita del vidalero», «Los inundados», «Zamba para no morir», «Tonada de Manuel Rodríguez» y «Zamba al zafrero». Tal fue la aceptación de este disco, que apenas siete meses después, en octubre, fue invitada a grabar otro que apareció con el título de «Hermano».
A fines de 1967, «La Negra»hizo conocer «Para cantarle a mi gente»,, un disco que acumuló un importante caudal de poesía argentina y latinoamericana.
En abril de ese mismo año, había subyugado al público europeo y de los Estados Unidos con exitosas actuaciones en Miami, Lisboa, Porto, Roma, Varsovia, Leningrado, Kislovo, Sochi, Gagri, Bakú y Tiflis. Durante esa gira conoció a Ariel Ramírez quien le propuso, de inmediato, ser la voz de «Mujeres Argentinas», trabajo que recién se concretaría en 1969, luego de la aparición de «Zamba para no morir», una recopilación con los temas de mayor trascendencia grabados hasta ese momento, y «Con sabor a Mercedes Sosa», en el que registró por primera vez «Al jardín de la República».
Cuando le propusieron grabar «Mujeres Argentinas», el país estaba viviendo bajo el peso de un régimen militar y Mercedes, como muchos argentinos, sufrieron las consecuencias: sus canciones no se podían difundir por Radio Nacional, la emisora gubernamental.
Década del ´70
En 1970 participó en el filme «El Santo de la Espada», de Leopoldo Torre Nilsson y dio a conocer dos discos importantes en su carrera: «El grito de la tierra» y «Navidad con Mercedes Sosa». En este período grabó, entre otras, «Canción con todos» y «Cuando tenga la tierra», de Ariel Petrocelli y Daniel Toro y la bellísima «La Navidad de Juanito Laguna», del «Cuchi» Leguizamón y Manuel J. Castilla.
En 1971 se conoció «La voz de Mercedes Sosa»y apareció«Homenaje a Violeta Parra», un disco que reúne casi una docena de temas de la gran protagonista del Canto Popular Chileno. Ese año también participó en «Güemes» (La tierra en armas), filme dirigido por Leopoldo Torre Nilsson. En un breve, pero significativo papel, encarnó a la heroína altoperuana Juana Azurduy.
En 1972 se editó «Hasta la victoria», un disco lleno de canciones cargadas de contenido social y político. Eran tiempos en que algunos pocos compositores y también cantores como Mercedes Sosa no permanecían ajenos al compromiso y la militancia con la que querían colaborar para conseguir un mundo más justo y equitativo. También en ese año le puso su voz a la «Cantata Sudamericana», con música de Ariel Ramírez y letra de Félix Luna.
Tiempos difíciles
«Traigo un pueblo en mi voz», apareció en 1973, año del convulsionado regreso a la democracia y prólogo de una época difícil y violenta. Mercedes continuó en la misma línea que su trabajo anterior y grabó algunos temas con los que encaró la realidad americana.
También en 1973 y en 1974 se publicaron 2 singles junto a Horacio Guarany.
En 1975 se edita «A que florezca mi pueblo».
En agosto de 1976, un año crucial para la Argentina, se editó «Mercedes Sosa», trabajo en el que rescató poetas argentinos y latinoamericanos como los chilenos Víctor Jara y Pablo Neruda, la peruana Alicia Maguiña y el cubano Ignacio Villa, «Bola de Nieve».
Al año siguiente, en 1977, «La Negra» le rindió un homenaje a uno de los grandes compositores y cantores populares argentinos con «Mercedes Sosa interpreta a Atahualpa Yupanqui». El clima político que vivía el país cada vez se sentía más opresivo.
El exilio
En 1979, se editó «Serenata para la tierra de uno». Aún en medio de la violencia que sacudía al país, Mercedes seguía cantándole a la vida. El hostigamiento y el cerco que se fue formando en torno de ella la obligaron a exiliarse. Ese año fue detenida en la ciudad de La Plata junto con todo el público que había ido a verla cantar. Ese mismo año se instaló en París y en 1980 se afincó en Madrid.
En teoría, Mercedes Sosa podía entrar y salir del país, no tenía causa judicial alguna, pero no podía cantar. Fue un castigo doble: para ella y para todos los argentinos. En un país en que la vida humana no tenía valor alguno, y cientos de ellas se perdían en la oscuridad de las mazmorras, los usurpadores del poder pensaban que la canción con contenido era peligrosa. Por eso había que acallar a los cantores, como una manera de silenciar a la gente.
El regreso
«La Negra» recién pudo regresar a un escenario argentino el 18 de febrero de 1982, un par de meses antes que la dictadura se embarcara en la Guerra de Malvinas. El régimen militar que desde poco más de un lustro atrás sometía al país, había comenzado a agonizar. En el Teatro Opera de Buenos Aires realizó más de una docena de conciertos.
Con estas actuaciones tan esperadas, Mercedes no sólo se reencontró con su público de siempre, sino que allí la vieron por primera vez miles de jóvenes que desde entonces la convirtieron, también, en «su ídola». De esos trece recitales en el Teatro Opera quedó el LP. doble «Mercedes Sosa en Argentina», en el que también intervinieron sus compañeros de aquellas noches: León Gieco, Charly García, Antonio Tarragó Ros, Rodolfo Mederos, Raúl Barboza y Ariel Ramírez.
Al cabo del ciclo en el Teatro Opera, Mercedes regresó a España, donde estaba radicada, volvió a mediados de año a América para presentar su disco «Gente humilde» y para realizar una serie de conciertos en las principales ciudades del Brasil. Poco tiempo después regresó definitivamente a la Argentina. Ese mismo año hizo conocer «Como un pájaro libre», un hermoso disco que incluyó temas de autores tradicionales y otros más jóvenes.
La cantante continuó con sus giras por los países más diversos del planeta, actuando siempre en los escenarios más grandes y prestigiosos, como el Lincoln Center, el Carnegie Hall, en los Estados Unidos, o el Mogador de París.
En el último trimestre de 1983, se conoció «Mercedes Sosa», un disco en el que registró varias canciones que serían algunos de sus grandes éxitos: «Un son para Portinari» y «María María». También en esa recordada placa grabó: «Inconciente colectivo», de Charly García, «La maza» y «Unicornio», de Silvio Rodríguez, «Corazón maldito», de Violeta Parra y «Me voy pa’l mollar», junto con la recordada cantante Margarita Palacios.
Democracia
En 1984 se vivía la euforia del regreso a la Democracia, luego de una dictadura y una guerra. Mercedes regresó al disco con «¿Será posible el sur?», en el que se entremezclan las canciones esperanzadas, los ritmos folklóricos y el canto latinoamericano. El 21 de diciembre, junto con Milton Nascimento y León Gieco, protagonizó el espectáculo denominado «Corazón americano», que convocó a una multitud pocas veces congregada.
1985 fue un año doblemente importante. Desde el punto de vista discográfico, Mercedes dio una vez más un espaldarazo a los compositores argentinos con «Vengo a ofrecer mi corazón», en el que registra canciones trascendentales como la de Fito Páez que le da título al trabajo, pero también «Razón de vivir» y «Madre de madres», de Víctor Heredia, «Entre a mi pago sin golpear», de Carlos Carabajal y Pablo Raúl Trullenque, «Canción para Carito», de Antonio Tarragó Ros y León Gieco.
Se conoce «Corazón Americano», grabado en vivo el año anterior durante la actuación realizada junto con Milton Nascimento y León Gieco.
En el primer semestre de 1986, realizó una extensa gira por Alemania y Europa Central. En agosto, «Lisneer Auditorium», de Washington; «Teatro de la Corte», del Central Park, de Nueva York; «Teatro Auditorium Lakeview», de Chicago. Alemania: Hamburgo, Munich, Stuttgart, Dreieich y Erlangen. Rotterdam, Holanda Atenas, Grecia. 25 recitales en Brasil. Se edita «Mercedes Sosa ’86», en el que intervinieron como invitados el bandoneonista Leopoldo Federico y el grupo Markama. Es un disco en el que predominan los ritmos argentinos.
Aparece «Mercedes Sosa ’87»en el que incluyó una decena de canciones y contó con la participación de Pablo Milanés, Teresa Parodi, Víctor Heredia y Fito Páez. Ese mismo año, durante dos meses y medio realizó una gira por Suiza, Alemania Federal, Noruega, Suecia, Holanda, Estados Unidos, Puerto Rico, República Dominicana y México. Las actuaciones más importantes fueron, sin dudas, en el Contcergebouw, de Amsterdam y en el Carnegie Hall, de Nueva York, donde su actuación fue saludada con una ovación de diez minutos.
En 1988 intervino en el ciclo «Los grandes en vivo». Se publicó «Amigos míos», un disco compilado de Mercedes Sosa cantando con Milton Nascimento, Pablo Milanés, Teresa Parodi, Charly García, Fito Páez y Raimundo Fagner, entre otros.
Como productora, organizó uno de los espectáculos más importantes ya presentados en la Argentina: «Sin Fronteras», que reunió en el estadio Luna Park de Buenos Aires, a siete cantantes latinoamericanas: las argentinas Teresa Parodi y Silvina Garré, la colombiana Leonor González Mina, la venezolana Lilia Vera, la brasileña Beth Carvalho y la mexicana Amparo Ochoa, además de la propia Mercedes.
A fines de julio de 1989, «La Negra» recibió de manos de Pierre Décamps, Embajador de Francia en la Argentina la medalla de la Orden del Comendador de las Artes y las Letras, otorgado por el Ministerio de la Cultura de la República Francesa.
Una nueva etapa
En 1990 apareció un disco titulado «Mercedes Sosa en vivo en Europa». Actuó en Australia, Grecia, Holanda, Alemania, Luxemburgo, Suiza, Francia y Brasil y además protagonizó inolvidables noches en el Luna Park con actores y un numeroso grupo de cantantes invitados. En diciembre, cerró el año con dos actuaciones a sala repleta en el Gran Rex, dentro del ciclo «Creativa 90», también acompañada por muchos músicos invitados. Con el registro de esas noches, se editó «De mí», aparecido en noviembre del año siguiente.
También en 1991 participó en el filme «Verano del potro», interpretando el tema «Siempre en ti».
El 20 de diciembre de 1991, luego de casi diez años de no cantar en un estadio abierto, Mercedes se reencontró con la multitud en Ferro Carril Oeste. La acompañaron Fito Páez, Julia Zenko, Nito Mestre, Piero, Celeste Carballo, los Illya Kuryaki, León Gieco, Charly García, Víctor Heredia, Mariano Mores, Facundo Ramírez, Horacio Molina, Coqui y Claudio Sosa y Hamlet Lima Quintana. 15.000 personas deliraron durante poco más de dos horas y media de show.
El 1 de abril de 1992 en el Salón Dorado del Honorable Concejo Deliberante fue declarada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires. Fue un año importantísimo para Mercedes, marcado por su viaje a Chile, donde cantó en la Quinta Vergara, de Viña del Mar y en el Estadio Chile, de Santiago. Fueron tres actuaciones cargadísimas de emociones.
A comienzos de 1993 atravesó nuevamente los Andes para intervenir en el Festival Internacional de Viña del Mar, donde, como tantas veces lo hiciera, fue anfitriona de un grupo de importantes cantantes argentinos, entre ellos Julia Zenko, Víctor Heredia y Teresa Parodi. Posteriormente, actuó en varias ciudades chilenas.
También editó «Sino», una placa en la que compartió la producción artística con Fito Páez y participó en la banda sonora del filme «Convivencia», cantando un tema con Pablo Milanés y otro con el ya desaparecido Roberto Goyeneche. En noviembre de ese año se publicó una compilación, titulada «Mercedes Sosa, 30 años», que reunió una veintena de temas grabados en diversas épocas por «La Negra».
En noviembre de 1994 apareció «Gestos de amor»,muy bien recibido por el público, que rápidamente le valió ser distinguida con el Disco de Platino.
A mediados del mes siguiente, representó a las voces de la Argentina y América, en el Segundo Concierto de Navidad realizado en la Sala Nervi del Vaticano. Fue la más aplaudida en ese espectáculo realizado para el Vicariato de Roma, del que participaron, entre otros, el tenor español Alfredo Kraus y la soprano Renata Scotto.
Unos días antes, en dos inolvidables jornadas, fue la solista de la «Misa Criolla», que se presentó, con un coro de casi 600 almas, en el imponente Anfiteatro Frank Romero Day, de la ciudad de Mendoza y que fue presenciado por cerca de 30.000 espectadores. Cerró el año con dos actuaciones en el Luna Park.
En enero de 1995, luego de participar en el Festival Internacional de Mar del Plata intervino en el «Americanto» realizado en Mendoza. A mediados de año visitó Chile, comenzando una «tournée» que la llevaría a Costa Rica, El Salvador, Honduras, Panamá y Uruguay.
En agosto de ese año, cerca de dos mil personas respondieron a la convocatoria del ciclo «Maestros del Alma» para brindar un cálido homenaje a Mercedes Sosa quien aquella noche recibió el testimonio del siempre creciente afecto del público y el canto de sus compañeros músicos como Julia Zenko, Peteco Carabajal y Víctor Heredia, entre varios otros. Más adelante, realizó una gira por varias ciudades del Brasil, entre ellas, San Pablo, Belo Horizonte, Florianópolis y Porto Alegre.
Un tiempo después hizo dos exitosas actuaciones en San Juan de Puerto Rico, que fueron el prólogo de una extensa gira por los Estados Unidos realizada en noviembre último y que comenzó en el Zellenbach Hall – Cal Perfomance Arts Center de Berkeley, San Francisco. Luego siguió con dos conciertos consecutivos en el Wadsworth Theater – UCLA de Los Angeles, California y presentaciones en el Bass Concert Hall, de Austin, Texas; en el Jackie Gleason Theater for the Perfoming Arts de Miami, Florida; en el Kennedy Center for the Perfoming Arts, de Washington; en el Avery Fisher Hall – Lincoln Center de New York; en el Symphony Hall de Boston, Massachusetts y en el Queen Elizabeth de Vancouver, en la Columbia Británica. Luego actuó en Lima y al cabo de ese concierto realizó otros dos en La Paz, Bolivia.
En un año de mucha actividad artística como 1995, no le faltó tiempo para estar cerca de sus compañeros músicos. Solidaria, no sólo preconiza la necesidad de unión de los músicos argentinos, sino que pregona con el ejemplo. Intervino con su voz en las grabaciones de los discos de María Graña, Peteco Carabajal, Los Trovadores, Alejandro Dolina, Lito Vitale, Víctor Heredia y Eduardo Lagos. También cantó en vivo en las presentaciones teatrales de Coqui y Pajarín Saavedra, Víctor Heredia, Liliana Herrero y Peteco Carabajal.
En 1996, «La Negra», reconocida unánimemente como la dueña de una de las voces más importantes del mundo, desplegó una intensa actividad profesional. En los primeros meses realizó una gira que la llevó a recorrer escenarios de varias provincias argentinas, en festivales de ciudades como Diamante (Entre Ríos); Villa María y Villa Allende (Córdoba) para luego de una actuación en Concepción (Chile), culminar el mes de enero con aquella inolvidable noche de clausura del XXXVIº Festival Nacional de Folklore de Cosquín. Una noche que aun perdura en la memoria de muchos, que vibraron con el canto de nuestra tucumana.
A Cosquín le siguieron, durante febrero y marzo, presentaciones en Rosario (Santa Fe); Puán,Baradero y Mar del Plata (Provincia de Buenos Aires); Villa Carlos Paz y Leones (Córdoba); Tunuyán (Mendoza), Chilecito (La Rioja), Punta Arenas y Santiago (Chile). La gira estival concluyó con dos actuaciones en Asunción (Paraguay), con la presencia del compositor e intérprete Charly García como artista invitado.
A comienzos de abril volvió a los estudios para grabar«Escondido en mi país», su nuevo disco, con un repertorio netamente folklórico, de gran repercusión en el público. Unos días después de finalizado su trabajo en Buenos Aires, realizó un exitoso concierto en las Islas Canarias. A mediados de año le siguieron conciertos en el Brasil y más adelante, actuaciones en Ecuador, Uruguay y en algunas ciudades de los Estados Unidos y Canadá.
En el segundo semestre de 1996 hizo la presentación en el Teatro Opera de Buenos Aires de los temas de su disco «Escondido en mi país». Cinco conciertos a sala llena con un público entusiasmado por este «baño de folklore», como dijeron algunos críticos. Poco después concretó una serie de actuaciones por Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico, donde el 20 de octubre realizó un concierto memorable. Luego de ese fatigoso viaje se puso a trabajar de lleno en el disco que grabó con temas de Charly García.
Iniciado el año 1997 participó en el XXXVIIº Festival Nacional de Folklore de Cosquín, llevando como invitado a Charly García. Fue un verdadero acontecimiento musical que marcó un hito en la historia de este popular evento.
Al cabo de una actuación en Paraguay y en el Festival Nacional de la Tonada, de Tunuyán, Mendoza, Mercedes cerró en la Capital argentina el ciclo «Buenos Aires Vivo», organizado por la Secretaría de Cultura de la Ciudad ante una concurrencia estimada en 120.000 espectadores, con la participación de algunos artistas invitados entre los que se encontraba nuevamente Charly García y el Chango Farías Gómez.
En marzo de 1997 participó del cónclave internacional denominado «Río + 5»,en el que intervino en su carácter de vicepresidente del Consejo de la Tierra en representación de Latinoamérica, con la finalidad de intervenir en la redacción de la «Carta de la Tierra», un documento equivalente a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, para definir un sistema operacional de valores que guíen nuestro comportamiento, nuestras relaciones y esfuerzos para el desarrollo.
Luego MERCEDES SOSA viajó a la ciudad de Bogotá, Colombia, para intervenir, junto con Charly García y Fito Paéz en un multitudinario espectáculo realizado en el estadio El Campín.
El 8 de julio, en vísperas de su cumpleaños, cantó en la ciudad de Salta y una semana más tarde,los días 11, 12 , 13 y 15 de Julio, ofreció cuatro conciertos en el TEATRO OPERA, de Buenos Aires, en los que, además del cancionero netamente folklórico, interpretó algunos temas nuevos y conocidos con la presencia de varios artistas invitados como Víctor Heredia, Julia Zenko, Claudio Sosa, Horacio Molina, Coqui Sosa, Angela Irene, Pocho Sosa y la participación especial de Charly García.
Luego de estas actuaciones y durante los próximos dieciocho meses «La Negra» no volvería a cantar este repertorio en Buenos Aires.
A fines de julio se conoció finalmente «Alta Fidelidad. Mercedes Sosa canta Charly García». La expectativa del público, ansioso por conocer el resultado de este trabajo en común, aseguró el entusiasmo de los dos protagonistas de este trabajo que fue un hito en la discografía de ambos y en la música popular latinoamericana.
Tras muchos meses de labor el disco quedó terminado. Grabado en Madrid, Nueva York y Buenos Aires, «Alta Fidelidad. Mercedes Sosa canta Charly García»reúne una docena de canciones: «Cuchillo», «Promesas sobre el bidet», «Rezo por vos», «Como mata el viento norte», «Cuando ya me empiece a quedar solo», «Hablando a tu corazón», «Los sobrevivientes», «El tuerto y los ciegos», «De mí», «Cerca de la revolución», «Siempre puedes olvidar» y «Plateado sobre plateado (huellas en el mar)«, creadas por el talentoso músico del bigote bicolor, salvo «Rezo por vos», compuesta junto con Luis Alberto Spinetta y «Siempre puedes olvidar», con Fabiana Cantilo.
En este trabajo de excepción han trabajado músicos notables como: Pedro Aznar, Bernardo Baraj, Juan Bellia, Andrés Calamaro, Alejandro De Raco, Erica Di Salvo, Ulises Di Salvo, Ciro Fogliatta, María Gabriela Epumer, Rubén Georgis, Pablo Guadalupe, Belén Guerra, Juanse, Rubén Lobo, Nito Mestre, Migue, Rinaldo Rafanelli, Rodolfo Ruiz, Gabriel Said, Mario Serra y el gran actor argentino Alfredo Alcón que puso su voz en «Los sobrevivientes».
A lo largo de su brillante trayectoria artística, además de las distinciones mencionadas, Mercedes Sosa fue declarada Ciudadana ilustre de Tucumán, recibió la Orden del Mérito de la República Federal de Alemania; la Medalla al Mérito Cultural del Ecuador; la Placa de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú, en reconocimiento a sus 30 años de difusión del canto latinoamericano; el Premio ACE 1993, por su LP. «Sino» y el Martín Fierro 1994 al mejor show musical en televisión.
Durante 1995 Mercedes Sosa recibió varios premios y distinciones. Entre ellos, el Gran Premio CAMU-UNESCO 1995, otorgado por el Consejo Argentino de la Música y por la Secretaría Regional para América Latina y el Caribe, del Consejo Internacional de la Música de la UNESCO; el Premio de la UNIFEM, organismo de las Naciones Unidas que la distinguió, poco antes de su actuación en el Lincoln Center de New York, por su labor en defensa de los derechos de la mujer; Konex de Platino 1995 a la Mejor Cantante Femenina de Folklore y Konex de Brillante a la Mejor Artista Popular de la Década. También ese año recibió el halago de ser incluida por la Secretary-General United Nations Politic World Conference on Women, en la colección discográfica denominada «Global Divas».
Este trabajo, que incluye «Gracias a la vida» cantado por Mercedes Sosa, de distribución internacional, reunió a algunas de las voces más importantes del mundo de todos los tiempos, entre las que están Edith Piaff, Marlene Dietrich, Amalia Rodrigues, Lucha Reyes, Miriam Makeba, Celina González, Marian Anderson, Aretha Franklin, Elis Regina, Maria Bethânia y Gal Costa.
En julio de 1996 en Porto Alegre, Brasil, el Gobierno del Estado de Rio Grande do Sul le otorgó la Medalla Simöes Lopes Neto en honor a sus méritos artísticos y personales puestos al servicio de la unidad de los pueblos.
El 4 de octubre de 1996, en la ciudad alemana de Aix-la-Chapelle, recibió el Premio CIM-UNESCO 1996 del Conseil International de la Musique – UNESCO, con sede en la ciudad de París, Francia, destinado a músicos de todo el mundo, que se han destacado personal y profesionalmente.
Este Premio, creado en 1975, está destinado a recompensar a los músicos e instituciones musicales que con sus obras o actividad han contribuido al enriquecimiento y desarrollo de la música y servido a la paz, a la comprensión entre los pueblos, la cooperación internacional y a los otros fines proclamados por la Carta de las Naciones Unidas y el Acta Constitutiva de la UNESCO.
En el caso de la cantante Mercedes Sosa, expresó en su comunicación el Consejo Internacional de la Música,«El Jurado ha decidido el otorgamiento de este Premio no sólo por su brillante carrera sino también en reconocimiento de sus grandes valores éticos y morales de los cuales ha dado prueba durante los sombríos años que conoció la Argentina, por la preocupación que ha tenido de promover constantemente la defensa de los derechos humanos».
Unos días antes, en la Sede del Consulado General de la República Argentina en Nueva York, Mercedes Sosa recibió otra distinción, esta vez del Consejo Interamericano de Música de la Organización de los Estados Americanos (OEA). Ante representantes de todos los países latinoamericanos, recibió un Diploma de Honor en reconocimiento a su trayectoria.
El 9 de diciembre de 1996 en el Congreso Nacional, el pueblo de todo el país, a través de sus legisladores, le rindió un homenaje, en su calidad de «personalidad de la cultura nacional, por su valiosa trayectoria artística en defensa de la música popular». Aquella tarde un grupo de músicos populares argentinos se sumó con el aporte de su arte al gesto de los diputados. Actuaron y ofrecieron lo mejor de cada uno de ellos: Peteco Carabajal, Verónica Condomí, Coqui, Claudio y Pocho Sosa, Liliana Vitale, Rodolfo Mederos, Federico de la Vega, Chango Farías Gómez, Víctor Heredia, León Gieco y Charly García que interpretó su creativa versión del Himno Nacional Argentino con lo que hizo vivir un momento de profunda emoción, no sólo a Mercedes y a los presentes, sino también a quienes siguieron el acto a través de la radio y la televisión.
A principios del mes de marzo de 1997, recibió por su disco «Escondido en mi país», el Premio ACE (Asociación de Cronistas del Espectáculo) al Mejor Disco de Folklore.
Últimos diez años
A poco de fin de milenio, totalmente recuperada de su enfermedad, sigue en actividad. Durante 1998 presentó su nuevo disco «Al despertar», con gran repercusión. Este disco marca un punto de reencuentro a pleno de Mercedes con canciones y sonidos pertenecientes a su propia raíz folklórica. Con gran repercusión recorrió el país, obteniendo la adhesión del público y las críticas especializadas.
En 1999 retoma las intensas giras internacionales de otros años. Alternando con multitudinarias actuaciones en la Argentina, cantó en México, Guatemala, El Salvador y otros países centroamericanos. En julio acompañó a Charly García en un concierto ante público de rock en el DF de México, y entre setiembre y octubre realizó una importante gira por Inglaterra, Israel, Alemania, Suiza Austria y Holanda. Poco después, en México, las máximas autoridades de UNICEF le entregaron las credenciales que la acreditaban como Embajadora de Buena Voluntad de la organización para América Latina y el Caribe.
En el año 2.000 Mercedes finaliza un proyecto largamente anhelado: la interpretación y grabación de la «Misa Criolla», la obra cumbre del folklore argentino. Mercedes logra una versión de una profundidad, exquisitez y belleza sin igual. El mundo musical recibe esta creación con excelentes críticas y comentarios. La trascendencia de las misma logra llegar al plano internacional con tal fuerza y adhesión que comienza a cosechar premios y reconocimientos importantísimos como la entrega del premio Grammy Latino a la mejor Interpretación de una obra musical. Todo un logro, teniendo en cuenta que llegan a las instancias finales del mismo, importantísimos artistas de talla internacional.
En el año 2.001 Mercedes ofrece una serie de recitales en vivo en el teatro Gran Rex de Bs. As. denominados «Acústico», obteniendo una vez más enorme repercusión en el medio artístico. Estos emotivos recitales quedaron plasmados en la edición de un disco doble que lleva el mismo nombre del espectáculo: «Acústico». En él se pueden apreciar versiones remozadas de canciones inolvidables y clásicas del repertorio de Mercedes, con un sonido acústico, interpretados excepcionalmente por su banda de músicos.
Con Acústico emprende una vez mas, giras por el interior del país y por el exterior: Europa, Latinoamérica, Centroamérica y Norteamérica. En Noviembre obtiene su segundo Grammy Latino.
A fines del 2.002 se produce uno de los encuentros quizás más esperados por los seguidores y amantes de la música popular de nuestra tierra: Mercedes Sosa – Víctor Heredia y León Gieco. Juntos inician un proyecto artístico musical denominado «Argentina quiere cantar». El éxito enorme de estos shows se ve momentáneamente interrumpido por problemas de salud de Mercedes, pero en el mes de abril de 2.003 reinician los mismos con grandes expectativas.
Luego de dos años de ausencia de los escenarios, en septiembre de 2005, Mercedes Sosa puso lo mejor de su empeño para superar algunas adversidades médicas.
Se presentó en el ciclo de conciertos Música en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno de Argentina, ante una platea de 150 personas, pero con una audiencia televisiva de un millón de espectadores.
Luego, en noviembre, se presenta en la apertura del Encuentro de Música de Provincias, un concierto al aire libre y ante 8.000 espectadores.
Ya en diciembre y comenzando con la gira del regreso, el 14 cantó ante una platea de 120 espectadores en el Cabaret Faena, preparando el concierto del 21 en su provincia natal, Tucumán, ante una audiencia de 20.000 espectadores en la Plaza Independencia.
También en septiembre de 2005 se realizó el lanzamiento de “Corazón libre”, publicado por el sello internacional Deutsche Grammophon simultáneamente en todo el mundo. Con este álbum folklórico y acústico, Mercedes llevó esta obra a toda Europa, las Américas, Israel, Japón, Corea, Singapur, Australia, Nueva Zelanda y –por primera vez en su carrera- a China.
Este nuevo trabajo discográfico recibió los más enfáticos elogios de la crítica especializada, la Revista RollingStone lo eligió como el Mejor disco folklórico del año publicado en Argentina, el 19 de diciembre recibió el Premio Clarín como La Figura Folklórica del Año. Corazón libre recibió el Premio CarlosGardel 2006 en la Categoría Mejor Album Artista Femenina de Folklore y se postula para los Grammys Latinos en las categorías Mejor Album Folk y Mejor Disco del Año. Obtiene su tercer Grammy Latino en Mejor Album Folklórico.
Los conciertos realizados a lo largo del 2006 han tenido la característica de una Mercedes Sosa impecable en su interpretación y caudal vocal; junto a una maravillosa calidad interpretativa… estos conciertos la llevaron a Punta del Este, Mar del Plata, el Festival Nacional del Folklore de Cosquín, a la Fiesta Nacional de la Tonada en Tunuyán (Mendoza), al multitudinario concierto organizado por Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en Palermo el 18 de febrero, al concierto de apertura de Córdoba-Capital de la Cultura de América en la ciudad de Córdoba, al Festival de la Guitarra de Dolores (Provincia de Buenos Aires).
El público de la ciudad de Rosario celebró alborozada sus conciertos en el Teatro El Círculo, en el Acto por del Día del Trabajador frente al Monumento a la Bandera ante 50.000 espectadores, y en el 3° Encuentro de Músicos Populares.
Mercedes Sosa participo también del Homenaje a Haroldo Conti en la ciudad de Chacabuco, al cumplirse los 30 años de su desaparición.
En los conciertos del 23 y 24 de mayo en el Gran Rex se produjo la presentación oficial del nuevo disco, Corazón libre, incluyendo también temas tradicionales de su repertorio, acompañada por notables artistas invitados, además de la banda que la secunda en sus conciertos habituales.
El 25 de mayo cantó en el Acto de los festejos de la fecha patria en la Plaza de Mayo, siendo celebrada su interpretación por cientos de miles de personas presentes en la Plaza y a través de la televisión y la radio.
El fervor del público la acompañó en sus actuaciones, batiendo records de asistencia en cada concierto: 500.000 personas siguieron sus conciertos en vivo. Incontables televidentes y oyentes, las emisiones televisivas y radiales en directo y diferido de los mismos.
Mercedes Sosa, de regreso al folklore en las expresiones más tradicionales de los creadores consagrados del género y con las obras de la nueva generación de autores y compositores. Mercedes Sosa, regresando a los escenarios para renovar una cita con su público, hoy como siempre.
Durante todo 2007, estuvo abocada a cumplir con compromisos de actuaciones en Latinoamérica y Estados Unidos. En Buenos Aires, cierra su año de conciertos acompañando a Julio Bocca en su despedida de los escenarios; a la vez que presenta dos conciertos junto a Folkloristas, el espectáculo pensado para promover nuevos valores.
En el 2008 emprende una gira que la lleva a recorrer América y gran parte de Europa, España, Italia y Alemania e Israel.
Pero también y desde el Jueves 22 de Mayo comienza a grabar “Cantora”. Ese día se reúnen en el Estudio Circo Beat los integrantes del espectáculo Folkloristas para interpretar la versión del Himno Nacional Argentino, tema que cierra Cantora 2.
Alternando con las giras, el estudio de grabación se convierte en su segundo hogar, y va llenando su corazón de la alegría de encontrarse con sus compañeros artistas.
Son tantos los que quieren estar a su lado que en medio del proceso, se decide continuar el proyecto con un segundo cd.
También se decide encarar de inmediato la filmación de todas las instancias de las grabaciones, para ser publicadas en formato dvd, como también comenzar a diseñar el libro Cantora.
Ya 2009 la encuentra con algunos problemas de salud, pero a la vez con la inmediatez de tener que concluir los compromisos de grabación, producción fotográfica y registro de filmaciones.
Como si fuera un anuncio, este año solamente se presenta en tres conciertos. El 29 de Enero en Villa Dolores, Córdoba; y el 31 de Enero en Carhué, Provincia de Buenos Aires.
La última vez que estuvo con su público fue en la ciudad que la vio nacer intelectualmente, donde nació al amor, donde se redactó el documento guía de su vida; el Manifiesto del Nuevo Cancionero. Fue en Guaymallén, Mendoza.
Su salud no le permitió presentar en persona el lanzamiento de “Cantora 1” el 31 de Marzo.
Sin embargo, Cantora seguía necesitando de ella, y ella feliz pensando en más producciones discográficas.
En Junio fue la última interpretación, la última grabación. Se preparó la semana previa estudiando con su maestra de canto. Ese día grabó su parte de El ángel de la bicicleta (León Gieco-Luis Gurevich) y La soledad (Pablo Milanés). Se montó un pequeño estudio en su casa.
Cantora es una obra conceptual desde todo punto de vista, y se resume en el libro Cantora, que contiene los 2 cd´s, el dvd Cantora. Un viaje íntimo y muchas fotos de Paula Carrubba. También cuenta con la colaboración de Ricardo Saltón y Rodolfo Braceli.
En noviembre de 2009, Cantora 1 fue merecedor del Grammy Latino, así como también Deja la vida volar en 2011.
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